Acabo de llegar del despacho de coordinación académica de mi carrera en mi universidad.
Todo esto viene a cuento de que ayer me dijo un compañero que una profesora que tuvimos en primero estaba preguntando por mí y me estaba buscando.
Desde la misma coordinación, y todos los profesores y autoridades de la misma, nos incitan, encomian y obligan a utilizar una "cosa" llamada correo de la universidad. A él, se supone, nos envían aquella informacion que nos concierne, y quieren promoverlo para que los alumnos lo usemos. Pasaré casi por alto el hecho de que esté montado con el culo, y que ofrecen facilidades negativas para su uso, porque esto merece otro post.
Bien. Pues me dirijo a ese despacho, buscando a la secretaria para que me facilite el e-mail de la universidad de dicha profesora, para saber qué quería de mi y qué necesitaba.
La respuesta no podía ser peor. A la defensiva y de manera muy borde me ha "soltado" (casi lanzado) que ellos no tienen permitido facilitar "datos personales" de los profesores, (literalmente, ni telefonos ni e-mails ni nada.)
Yo entiendo que no me den si numero, la direccion de su casa o el nombre de su hijo, pero por $dios, ¿su e-mail de la universidad?, ¿el mismo que facilita a sus alumnos?.
No entiendo la hostilidad, ni la respuesta ni la absurdez.
...
Y me ha puesto de muy mala leche...
No sé que haré, porque tengo el numero de su despacho, pero no sé a que horas está allí (si es que está), así que, o bien me la encuentro, o bien pongo carteles por la universidad, en fin, ridículo.
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Tu ets part de la gent que estimoCabo UphamLlámame y hablamos!![|FuRiA|]Por aquí sigo distinta pero intacta. Feliz año FuCabo UphamY por aquí sigue el tío...TrigueY de vez en cuando... vuelvo y me asomo. Y resulta que estás... poco... pero estás. Y no te lo digo, pero me reconforta y añoro cosas.shama
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(18/10/05)
(13/10/05)
Nótese la coñita del inglés Ig-Noble suena parecido a Innoble
El pasado 6 de octubre se realizó la entrega de los 'Premios Ig Nobel' (Premios Nobel indignos), a las investigaciones más extravagantes del mundo.
La entrega tuvo lugar en Sanders Theatre de la Universidad de Harvard.
Los ganadores fueron:
Historia de la Agricultura: James Watson, de la Universidad Massey de Nueva Zelanda, por su trabajo 'El significado de la explosión de los pantalones del Sr. Richard Buckley'.
Física: John Mainstone y Thomas Parnell, de la Universidad de Queensland, Australia, por su paciencia en atender un experimento comenzado en 1927 sobre la viscosidad del alquitrán negro, en el cual una bola de alquitrán gotea una vez cada nueve años.
Medicina: Gregg A. Miller, de Oak Grove, Missouri, por inventar los
'Neuticles', unos testículos artificiales para perros, disponibles en tres tallas, y tres grados de firmeza.
Literatura: Los 'empresarios' del 'correo basura' (o spam) nigeriano (el
General Sani Abacha, la Señora Mariam Sani Abacha, el Abogado Jon un Mbeki, y otros), por distribuir historias cortas por correo electrónico.
Paz: Claire Rind y Peter Simmons, de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, por vigilar la actividad de una célula de cerebro en una langosta mientras el animal miraba escenas de la película 'Star Wars'.
Economía: Gauri Nanda, del MIT, por inventar un reloj despertador capaz de moverse y esconderse.
Química: Edward Cussler, de la Universidad de Minnesota, y Brian Gettelfinger, de las universidades de Minnesota y Wisconsin, por resolver la vieja pregunta científica "¿puede la gente nadar más rápidamente en jarabe o en agua?".
Nutrición: Dr. Yoshiro Nakamats, de Tokio, por fotografiar y analizar restrosprectivamente cada comida consumida por él mismo durante un período de 34 años.
Biología: Benjamin Smith, James Cook, Brian Williams y Craig Williams, de la Universidad de la Universidad de Adelaida, Australia, y Yoji Hayasaka del instituto de investigación australiano del vino. Por oler y catalogar cuidadosamente los peculiares olores producidos por 131 diversas especies de ranas cuando estaban estresadas.
Dinámica de Fluidos: Victor Benno Meyer-Rochow, de la Universidad Internacional de Bremen, y Jozsef Gal, de la Universidad Loránd Eötvös, por usar principios básicos de la física para calcular la presión que se acumula dentro de un pingüino en el proceso de defecación. No pudieron obtener visado para acudir a la ceremonia.
El pasado 6 de octubre se realizó la entrega de los 'Premios Ig Nobel' (Premios Nobel indignos), a las investigaciones más extravagantes del mundo.
La entrega tuvo lugar en Sanders Theatre de la Universidad de Harvard.
Los ganadores fueron:
Historia de la Agricultura: James Watson, de la Universidad Massey de Nueva Zelanda, por su trabajo 'El significado de la explosión de los pantalones del Sr. Richard Buckley'.
Física: John Mainstone y Thomas Parnell, de la Universidad de Queensland, Australia, por su paciencia en atender un experimento comenzado en 1927 sobre la viscosidad del alquitrán negro, en el cual una bola de alquitrán gotea una vez cada nueve años.
Medicina: Gregg A. Miller, de Oak Grove, Missouri, por inventar los
'Neuticles', unos testículos artificiales para perros, disponibles en tres tallas, y tres grados de firmeza.
Literatura: Los 'empresarios' del 'correo basura' (o spam) nigeriano (el
General Sani Abacha, la Señora Mariam Sani Abacha, el Abogado Jon un Mbeki, y otros), por distribuir historias cortas por correo electrónico.
Paz: Claire Rind y Peter Simmons, de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, por vigilar la actividad de una célula de cerebro en una langosta mientras el animal miraba escenas de la película 'Star Wars'.
Economía: Gauri Nanda, del MIT, por inventar un reloj despertador capaz de moverse y esconderse.
Química: Edward Cussler, de la Universidad de Minnesota, y Brian Gettelfinger, de las universidades de Minnesota y Wisconsin, por resolver la vieja pregunta científica "¿puede la gente nadar más rápidamente en jarabe o en agua?".
Nutrición: Dr. Yoshiro Nakamats, de Tokio, por fotografiar y analizar restrosprectivamente cada comida consumida por él mismo durante un período de 34 años.
Biología: Benjamin Smith, James Cook, Brian Williams y Craig Williams, de la Universidad de la Universidad de Adelaida, Australia, y Yoji Hayasaka del instituto de investigación australiano del vino. Por oler y catalogar cuidadosamente los peculiares olores producidos por 131 diversas especies de ranas cuando estaban estresadas.
Dinámica de Fluidos: Victor Benno Meyer-Rochow, de la Universidad Internacional de Bremen, y Jozsef Gal, de la Universidad Loránd Eötvös, por usar principios básicos de la física para calcular la presión que se acumula dentro de un pingüino en el proceso de defecación. No pudieron obtener visado para acudir a la ceremonia.
Silencio... eso es lo único que se escuchaba. Bueno, estrictamente, era todo lo que no se escuchaba. El ruido habitual estaba escondido, algo asustado, dentro de un contenedor.
A unos cuantos miles de kilómetros de alli...
... el dios de las nubes reía, se lo estaba pasando realmente bien. No era la primera vez que se reía así, y menos desde la última vez que se le congelaron sus dominios.
Con el grueso de sus fuerzas repartido, principalmente, por el continente americano, y sabiendo que la hazaña por la que sería recordado durante decenios, erigida una estátua en su nombre y pasado a formar parte de los libros de historia ya estaba realizada, decidió dar un penúltimo ataque a un pequeño país que empezaba importunarle. No era realmente que tuviera nada en contra suyo, pero había algo en la manera recurrente y lastimera de esa gente en suplicar por la lluvia que le hacía desear unas vacaciones en una dimensión donde sus rezon no llegaran.
Sequía no es un término que un dios de las nubes conozca, lo son las nubes, pero no tal y como las conocemos nosotros. Hay una leyenda que dice que los esquimales tienen mas de 20 palabras para describir la nieve, pero ninguna que sea nieve en sí.
Había algo de éso en Él, nosotros conocemos 10 tipos básicos de nubes, entre cúmulos, stratos, cirros, etc..., Él solo conocía un tipo, pero se las apañaba bien para disimularlo.
Wolke IV había trabajado duro desde que ascendió de un alto cargo del funcionariado celestial a dios de las nubes. Siempre había sido un chupatintas quemado con la vida, pero oh!, aquel ascenso recompensó con creces los años de impresos por triplicado, de llevar las manos llenas de tinta, de cortarse con los papeles, y de soportar al teléfono las reclamaciones de gente que ni si quiera se había molestado en comprobar cómo rellenar correctamente un formulario del tipo E9-NRM o un 105TLS. Por dios (o sea, su jefe) aquello era evidentemente una muestra de negligencia que debía ser sancionada y era Él quien íba a sancionarla. Wolke IV pensaba en cursivas, particularmente cuando se refería a él mismo, más aún, cuando se refesía a sí mismo, solía pensarse con mayúsculas. (Como ya comenté hace tiempo, a ése tipo de gente no hay que perderla de vista, pero preferiblemente con una buena distancia de seguridad, y a ser posible, escoltado) Él se había erigido como defensor del orden y de la eficiencia, y fué en parte eso lo que le ayudó a conseguir el ascenso. La otra parte fué que, realmente ninguno de sus compañeros de planta soportaba trabajar con él, así que pensaron que la única alternativa viable para conseguirle un despacho própio era un buen ascenso.
Una tarde, aburrido y cansado de escuchar las plegarias, loas y ciertas interferencias que cogía últimamente en el canal de plegarias1 (pero que ciertamente, le ponían muy nervioso) decidió llamar a uno de sus generales para que fuera a sofocar la rebelión.
Sus mejores generales habían sido históricamente mujeres (salvo en una ocasión, no hace mucho con cierto general que tenía nombre de vigilante de la playa, vaya, ése si que lo hizo bien...). Nadie había sacado una conclusión lógica de porqué las mujeres eran sus mejores generales, pero Él tenía ciertas opiniones al respecto. Él pensaba que si había que ser imaginativo, eficiente, y devastador no había nadie como una mujer, como bien le había enseñado su primera esposa. Los hombres eran demasiado... simples para eso, se limitaban a ir y conquistar, puede que incluso arrasaran un poquito, pero siempre solía ser más por casualidad que por planificación. Pero, si querías un trabajo bien planificado, y ejecutado, estába claro que tenías que confíar en una mujer.
Hizo llamar a su secretario para informarle de su decisión y solicitarle que le trajera a aquellos miembros femeninos de sus generales que no estuvieran actualmente destinados en combate. Una gota de sudor frío hubiera cruzado la frente del secretario de no haber estado ésta demasiado asustada como para asomarse. Hay cosas que un dios de las nubes puede hacer a una gota de sudor que hacen que saltar a una piscina de lava parezca un agradable chapuzón en un soleado domingo campestre.
El secretario intentó tragar saliva... no quedaba, había huido. Miró a Wolke IV quien le devolvió una mirada entre ansiosa y expectante, ¡dios! (le tenía enfrente) eso era aún peor. Rebuscó en lo más profundo y consiguió encontrar algo de valor para intentar articular una frase. Algo parecido a un quejidito lastimero salió de su garganta.
¿Perdón? - dijo Wolke IV.
Que..., que..., quería decir, señor, digo Señor, digo Dios... - tosió el secretario.
¿Siii? - dijo su dios.
Estoo..., buenooo, pues verá... - con un hilo de voz
¿Qué? - dijo Wolke en un tono visiblemente más impaciente.
Pues que actualmente, en este momento, no dispon... - dijo el secretario, y el terror era visible en su cara aproximadamente desde el edificio de enfrente
¿Que no disponemos de qué? - subiendo el tono de voz a una modulación más acorde con un dios encolerizado, aunque solo un poco.
D... de generalas, de generales mujer, de mujeres general, eso
¡Por mí!, ¿con quien me tengo que acostar para conseguir que me informen de esas cosas con antelación? - y dijo antelación pronunciando cada sílaba como si fuera la primera vez que la veía y estuviera aprendiendo a leer "an-te-la-ción". Había pausas entre las sílabas, por dios (él), habría cabido un continente en esas pausas. - ¿Qué tenemos?
T...tenemos a V..., a V.... - y empezó a llorar - a Vincent, Señor, digo Dios.
¡Ah no! - dijo dios - ¡Vincent no!, ¿ése inútil enclenque?¿Eso es todo lo que tenemos disponible?. Por dios (es decir, Yo) ¿qué más me puede pasar hoy? - y hundió su cara entre sus manos.
El secretario le tenía demasiado aprecio a sus miembros como para contestar, o siquiera comentar que su ex-mujer había llamado.
En fin - rugió Wolke - hazlo venir, y rápido.
El secretario salió corriendo por la puerta (por pura casualidad, una pared le hubiera valido), y regresó al cabo de poco tiempo con una figura patética que parecía haber sido ensamblada por un fontanero chapuzas más que esculpido por un dios.2
Vincent parecía tener 15 años. Parecía tenerlos desde al menos hace 65.000 millones de años, y en todo ese tiempo no había conseguido curarse un resfriado crónico que le hacía gotear la nariz y sorber casi permanentemente, lo cual no hacía si no empeorar su aspecto de por sí ya demacrado y débil.
Y allí estaban. Wolke IV "trituradora", el dios de las nubes que más había castigado este planeta. Un dios que aparecería en todos los libros y anales de historia, un Dios - y esto era lo que más le gustaba - con D mayúscula. Enfrente suyo, la cosa más patética que un dios había creado. Y eso era todo lo que tenía.
Nadie sabe cómo llegó exactamente Vincent a estar a cargo de un pelotón. Nadie sabe como consiguió mantenerlo, pero eso fué sencillo, sin hacer nada. Los soldados a a su mando disfrutaban de vidas felices y tranquilas, con muchos permisos y sin tener que ir a ninguna guerra, pues ningún dios en su sano juicio mandaría aquello a una guerra. a cambio, ellos formaban, hacían instrucción, y se esforzaban en no destacar ni por encima ni por debajo, no fuera a ser que alguien se fijara en ellos.
Así que con eso se fué, directo a un pequeño país situado al sur de Europa, tan al sur que algunos creían que estaba en África. Ellos rezaban por llúvia, él les enviaba destrucción, a Vincent, era su forma de decir ¿No queriaís lluvia, pues tomad?
Debido a ciertos contratiempos y varios olvidos, una parte de su arsenal, sus mejores y más fuertes vientos, se tuvieron que quedar a mediocamino trayecto. Pero lo que no sabías Vincent ni Wolke IV, era que en España otro dios que disfrutaba puteando a Wolke (compañeros de clase del colegio, ya se sabe, putaditas en el recreo y venganza post-graduado) ha preparado un frente atlántico para intentar repeler las, ya de por sí, debilitadas fuerzas del pelotón de Vincent. Se estima que Vincent llegue hoy, 12 dia de la hispanidad a España, donde nuestros espías nos confirman que caerá sobre el Noroeste y Oeste de la península.
mientras tanto...
A unos cuantos miles de kilómetros de alli..., otra vez donde empezábamos...
El rugido de billones de gotas de agua ligeramente diferentes cayendo violentamente sobre la calle, sorprende a los, no pocos, que andabamos por la calle a esas horas.
Normalmente se puede ver si eres observador las gotas al caer cuando llueve. Ayer, no podían no verse.
En Madrid, 5:30 de la madrugada: 30 unidades del pelotón principal se avalanzaron anoche sobre la capital para intentar conquistarla arrojando agua en grandes cantidades, sin ser conscientes de que el daño que sufre un edificio cuando le cae una gota de agua es casi despreciable, y que o bien traía 5 pelotones y vientos como su dios manda, o inundaba las calles, saturando los sistemas de desagüe y provocando el caos.
Fué un espectaculo impresionante ver a las fuerzas de Vincent chocar contra el frente atlántico de Dakedo mientras desviaba efectivos para intentar la conquista. Desde la última vez que vi a un mago dar la vuelta a un océano no había visto caer tanta agua.
Las fuerzas de Vincent no lograron copar los sistemas de desague de la ciudad, ni dañado gravemente ninguna instalación que se sepa.
Se cree que puede haber ataques esporádicos porque sus nubes siguen sitiando nuestros cielos, pero, no obstante lo único que queda de la batalla de ayer, son las calles mojadas secandose al sol de una preciosa mañana de Octubre.
En alguna parte, a miles de kilómetros de allí, sentado sobre una nube, está un dios preguntándose qué ha hecho Él mal, para ser castigado de esa manera.
(1) Desde hacía una temporada no paraba de escuchar una emisora de rock de los años 70 y 80. Su canción favorita era, "If You Can't Rock Me / Get Off My Cloud" de los Rolling Stones. No podía estar más de acuerdo con esa canción, o al menos con su estribillo. También le gustaba escuchar Stairway to Heaven, pero no terminaba de entender su significado.
(2) Digamos que vincent fué una versión alfa, ni siquiera "release candidate" de servidor celestial. Dios, por aquel momento Kreft el magnánimo, apodado "el blando" entre sus compañeros de clase, aconsejado por sus eficientes secretarios decidió contratar a un artesano para que esculpiera a quellos que serían sus sirvientes y comandaran sus ejércitos. Como muestra, él mismo esculpió (ensambló) a Vincent. El artesano decidió crear él sus propios modelos y Vincent quedó como protegido de aquel dios
A unos cuantos miles de kilómetros de alli...
... el dios de las nubes reía, se lo estaba pasando realmente bien. No era la primera vez que se reía así, y menos desde la última vez que se le congelaron sus dominios.
Con el grueso de sus fuerzas repartido, principalmente, por el continente americano, y sabiendo que la hazaña por la que sería recordado durante decenios, erigida una estátua en su nombre y pasado a formar parte de los libros de historia ya estaba realizada, decidió dar un penúltimo ataque a un pequeño país que empezaba importunarle. No era realmente que tuviera nada en contra suyo, pero había algo en la manera recurrente y lastimera de esa gente en suplicar por la lluvia que le hacía desear unas vacaciones en una dimensión donde sus rezon no llegaran.
Sequía no es un término que un dios de las nubes conozca, lo son las nubes, pero no tal y como las conocemos nosotros. Hay una leyenda que dice que los esquimales tienen mas de 20 palabras para describir la nieve, pero ninguna que sea nieve en sí.
Había algo de éso en Él, nosotros conocemos 10 tipos básicos de nubes, entre cúmulos, stratos, cirros, etc..., Él solo conocía un tipo, pero se las apañaba bien para disimularlo.
Wolke IV había trabajado duro desde que ascendió de un alto cargo del funcionariado celestial a dios de las nubes. Siempre había sido un chupatintas quemado con la vida, pero oh!, aquel ascenso recompensó con creces los años de impresos por triplicado, de llevar las manos llenas de tinta, de cortarse con los papeles, y de soportar al teléfono las reclamaciones de gente que ni si quiera se había molestado en comprobar cómo rellenar correctamente un formulario del tipo E9-NRM o un 105TLS. Por dios (o sea, su jefe) aquello era evidentemente una muestra de negligencia que debía ser sancionada y era Él quien íba a sancionarla. Wolke IV pensaba en cursivas, particularmente cuando se refería a él mismo, más aún, cuando se refesía a sí mismo, solía pensarse con mayúsculas. (Como ya comenté hace tiempo, a ése tipo de gente no hay que perderla de vista, pero preferiblemente con una buena distancia de seguridad, y a ser posible, escoltado) Él se había erigido como defensor del orden y de la eficiencia, y fué en parte eso lo que le ayudó a conseguir el ascenso. La otra parte fué que, realmente ninguno de sus compañeros de planta soportaba trabajar con él, así que pensaron que la única alternativa viable para conseguirle un despacho própio era un buen ascenso.
Una tarde, aburrido y cansado de escuchar las plegarias, loas y ciertas interferencias que cogía últimamente en el canal de plegarias1 (pero que ciertamente, le ponían muy nervioso) decidió llamar a uno de sus generales para que fuera a sofocar la rebelión.
Sus mejores generales habían sido históricamente mujeres (salvo en una ocasión, no hace mucho con cierto general que tenía nombre de vigilante de la playa, vaya, ése si que lo hizo bien...). Nadie había sacado una conclusión lógica de porqué las mujeres eran sus mejores generales, pero Él tenía ciertas opiniones al respecto. Él pensaba que si había que ser imaginativo, eficiente, y devastador no había nadie como una mujer, como bien le había enseñado su primera esposa. Los hombres eran demasiado... simples para eso, se limitaban a ir y conquistar, puede que incluso arrasaran un poquito, pero siempre solía ser más por casualidad que por planificación. Pero, si querías un trabajo bien planificado, y ejecutado, estába claro que tenías que confíar en una mujer.
Hizo llamar a su secretario para informarle de su decisión y solicitarle que le trajera a aquellos miembros femeninos de sus generales que no estuvieran actualmente destinados en combate. Una gota de sudor frío hubiera cruzado la frente del secretario de no haber estado ésta demasiado asustada como para asomarse. Hay cosas que un dios de las nubes puede hacer a una gota de sudor que hacen que saltar a una piscina de lava parezca un agradable chapuzón en un soleado domingo campestre.
El secretario intentó tragar saliva... no quedaba, había huido. Miró a Wolke IV quien le devolvió una mirada entre ansiosa y expectante, ¡dios! (le tenía enfrente) eso era aún peor. Rebuscó en lo más profundo y consiguió encontrar algo de valor para intentar articular una frase. Algo parecido a un quejidito lastimero salió de su garganta.
¿Perdón? - dijo Wolke IV.
Que..., que..., quería decir, señor, digo Señor, digo Dios... - tosió el secretario.
¿Siii? - dijo su dios.
Estoo..., buenooo, pues verá... - con un hilo de voz
¿Qué? - dijo Wolke en un tono visiblemente más impaciente.
Pues que actualmente, en este momento, no dispon... - dijo el secretario, y el terror era visible en su cara aproximadamente desde el edificio de enfrente
¿Que no disponemos de qué? - subiendo el tono de voz a una modulación más acorde con un dios encolerizado, aunque solo un poco.
D... de generalas, de generales mujer, de mujeres general, eso
¡Por mí!, ¿con quien me tengo que acostar para conseguir que me informen de esas cosas con antelación? - y dijo antelación pronunciando cada sílaba como si fuera la primera vez que la veía y estuviera aprendiendo a leer "an-te-la-ción". Había pausas entre las sílabas, por dios (él), habría cabido un continente en esas pausas. - ¿Qué tenemos?
T...tenemos a V..., a V.... - y empezó a llorar - a Vincent, Señor, digo Dios.
¡Ah no! - dijo dios - ¡Vincent no!, ¿ése inútil enclenque?¿Eso es todo lo que tenemos disponible?. Por dios (es decir, Yo) ¿qué más me puede pasar hoy? - y hundió su cara entre sus manos.
El secretario le tenía demasiado aprecio a sus miembros como para contestar, o siquiera comentar que su ex-mujer había llamado.
En fin - rugió Wolke - hazlo venir, y rápido.
El secretario salió corriendo por la puerta (por pura casualidad, una pared le hubiera valido), y regresó al cabo de poco tiempo con una figura patética que parecía haber sido ensamblada por un fontanero chapuzas más que esculpido por un dios.2
Vincent parecía tener 15 años. Parecía tenerlos desde al menos hace 65.000 millones de años, y en todo ese tiempo no había conseguido curarse un resfriado crónico que le hacía gotear la nariz y sorber casi permanentemente, lo cual no hacía si no empeorar su aspecto de por sí ya demacrado y débil.
Y allí estaban. Wolke IV "trituradora", el dios de las nubes que más había castigado este planeta. Un dios que aparecería en todos los libros y anales de historia, un Dios - y esto era lo que más le gustaba - con D mayúscula. Enfrente suyo, la cosa más patética que un dios había creado. Y eso era todo lo que tenía.
Nadie sabe cómo llegó exactamente Vincent a estar a cargo de un pelotón. Nadie sabe como consiguió mantenerlo, pero eso fué sencillo, sin hacer nada. Los soldados a a su mando disfrutaban de vidas felices y tranquilas, con muchos permisos y sin tener que ir a ninguna guerra, pues ningún dios en su sano juicio mandaría aquello a una guerra. a cambio, ellos formaban, hacían instrucción, y se esforzaban en no destacar ni por encima ni por debajo, no fuera a ser que alguien se fijara en ellos.
Así que con eso se fué, directo a un pequeño país situado al sur de Europa, tan al sur que algunos creían que estaba en África. Ellos rezaban por llúvia, él les enviaba destrucción, a Vincent, era su forma de decir ¿No queriaís lluvia, pues tomad?
Debido a ciertos contratiempos y varios olvidos, una parte de su arsenal, sus mejores y más fuertes vientos, se tuvieron que quedar a medio
mientras tanto...
A unos cuantos miles de kilómetros de alli..., otra vez donde empezábamos...
El rugido de billones de gotas de agua ligeramente diferentes cayendo violentamente sobre la calle, sorprende a los, no pocos, que andabamos por la calle a esas horas.
Normalmente se puede ver si eres observador las gotas al caer cuando llueve. Ayer, no podían no verse.
En Madrid, 5:30 de la madrugada: 30 unidades del pelotón principal se avalanzaron anoche sobre la capital para intentar conquistarla arrojando agua en grandes cantidades, sin ser conscientes de que el daño que sufre un edificio cuando le cae una gota de agua es casi despreciable, y que o bien traía 5 pelotones y vientos como su dios manda, o inundaba las calles, saturando los sistemas de desagüe y provocando el caos.
Fué un espectaculo impresionante ver a las fuerzas de Vincent chocar contra el frente atlántico de Dakedo mientras desviaba efectivos para intentar la conquista. Desde la última vez que vi a un mago dar la vuelta a un océano no había visto caer tanta agua.
Las fuerzas de Vincent no lograron copar los sistemas de desague de la ciudad, ni dañado gravemente ninguna instalación que se sepa.
Se cree que puede haber ataques esporádicos porque sus nubes siguen sitiando nuestros cielos, pero, no obstante lo único que queda de la batalla de ayer, son las calles mojadas secandose al sol de una preciosa mañana de Octubre.
En alguna parte, a miles de kilómetros de allí, sentado sobre una nube, está un dios preguntándose qué ha hecho Él mal, para ser castigado de esa manera.
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(1) Desde hacía una temporada no paraba de escuchar una emisora de rock de los años 70 y 80. Su canción favorita era, "If You Can't Rock Me / Get Off My Cloud" de los Rolling Stones. No podía estar más de acuerdo con esa canción, o al menos con su estribillo. También le gustaba escuchar Stairway to Heaven, pero no terminaba de entender su significado.
(2) Digamos que vincent fué una versión alfa, ni siquiera "release candidate" de servidor celestial. Dios, por aquel momento Kreft el magnánimo, apodado "el blando" entre sus compañeros de clase, aconsejado por sus eficientes secretarios decidió contratar a un artesano para que esculpiera a quellos que serían sus sirvientes y comandaran sus ejércitos. Como muestra, él mismo esculpió (ensambló) a Vincent. El artesano decidió crear él sus propios modelos y Vincent quedó como protegido de aquel dios
(04/10/05)
Zladko “Zlad” Vladcik interpreta su muy popular techno-balada,:
“Elektronik – Supersonik”
Emma, gracias, éste va por tí.
P.D.: En momentos como éste me dan ganas de que aquellas personas con las que no me hablo lean secretamente mi web y vean esto y disfruten.