tarde de domingo

El encuentro es un fantasma
hostil e intermitente.
Escuela de dureza,
meseta de tus dientes.
Ser frágil es un sueño
que sueñan, penitentes,
aquellos que perdieron
del alma a los pendientes.
La piedra nunca ama,
ni ríe, sufre o siente.
Ni pena por ser frágil
ni teme a la corriente.
¿Qué sabe de tristeza,
de esta angustia que sientes?
Sufrir es un regalo,
el precio de estar vivo.
De ser, desesperados,
rivales del olvido.
De ser, con tanta angustia,
jinetes del presente.
Volaste hace ya tiempo,
igual tu no lo sientes,
que el tiempo pasa lento,
cuando no estás presente.

(11/02/13)