Quiero publicar lo impublicable,
quiero publicar lo que es secreto.
Agotados mis hijos, los sonetos,
lloran por ser los hijos de su padre.

No quiero olvidar lo sucedido,
ni quiero recordar lo que pasó.
No puedo renegar de lo que es mío,
ni pueden negar quien los creó.

Yo no soy, ni pretendo, ser Quevedo.
Solo quiero mirar a lo que escribo,
y podertelo enseñar, si es lo que quiero.

Quiero ser lo que soy, estar tan vivo,
que ni me plantee callar en sordo quedo,
ni me deje dejarme en el olvido.