...y las brasas agonizantes de lo que antes era su imperio se consumían tristemente en un patético último intento de dar luz y energía.
Todo lo que había significado algo, toda aquella impresionante maquinaria yacía inerte e inútil. Todo lo que ellas hacían se había perdido, como letras sueltas en medio de internet.
Es hora de mor..., oh! ya ha vuelto la luz!, cojonudo.