Al hilo de un post de Oksi sobre las coincidencias, y de una conversación telefónica, estoy convencido de que, si bien todo sucede por un motivo (y que el motivo lo acabemos "adjudicando" a posteriori no le quita magia al asunto) las coincidencias existen, y son eso, coincidencias.
Las señales, a mi modo de ver, no son más que interpretaciones a posteriori de nuestro subconsciente tratando de darle una respuesta y un sentido a lo que nos rodea. Como el empujoncito de ING Direct (para los que hayais visto el anuncio) Es ese convencerte de que algo que no es más que el puro hecho de que dos circunstancias coincidan es la clave para dar un paso en una direccion en la que no te atrevías a darlo.