De tal astilla, tal piedra
en que el palo se volvió.
Se olvidó de la canción,
nunca es tarde manque pierda.

Menos da un melocotón,
menos si te da en la pierna.
¿Recuerdas aquel sabor?
Aquel de la cosa aquella.

Allí vivió Napoleón.
Donde la casa pequeña.
Nunca fué más que un colchón.

Sin conflictos con la suegra
o penas en el corazón,
se dejó abierta la puerta
(03/04/13)

Que se que al mar le gusta la luna,
y como hoy no hay casi,
pues que le he pintado una.

Queda bien si esta apagada,
porque es una vergonzosa,
y queda algo horrorosa cuando está muy iluminada


(20/03/13)

El encuentro es un fantasma
hostil e intermitente.
Escuela de dureza,
meseta de tus dientes.
Ser frágil es un sueño
que sueñan, penitentes,
aquellos que perdieron
del alma a los pendientes.
La piedra nunca ama,
ni ríe, sufre o siente.
Ni pena por ser frágil
ni teme a la corriente.
¿Qué sabe de tristeza,
de esta angustia que sientes?
Sufrir es un regalo,
el precio de estar vivo.
De ser, desesperados,
rivales del olvido.
De ser, con tanta angustia,
jinetes del presente.
Volaste hace ya tiempo,
igual tu no lo sientes,
que el tiempo pasa lento,
cuando no estás presente.
(11/02/13)