Mañana acabo los examenes y a ver si nos dejamos de gilipolleces y hay una kedada en condiciones, pongo el motor en 1ª y a pocas revoluciones, y corrijo la direccion que iba equivocada.
Os dejo por aqui otra poesia de la semana pasada, y aun queda otra más en el tintero, pero esa para otro dia.
Bajo tierra
Sentado en el metro, le busca un sentido
a dieciocho versos que anhelan un sitio,
el cuaderno lleno de huecos en blanco,
y otros mil tachones de versos errados.
De pié en el anden se siente perdido,
las palabras huyen sin ningún motivo,
le dejan atrás, le pasan de largo,
y persigue un verso sin poder tocarlo.
Corriendo y corriendo cayó en el ovido,
persiguiendo al verso que había perdido.
Se encontró escribiendo un renglón en blanco,
sin saber bien donde, ni como, ni cuando,
y atrapando nada de aquel verso huido,
fantasma del tren que había cogido.
Le faltaba él para completarlo
y el poema acaba sin poder nombrarlo.
Ya cien viajes hace que sigo buscando,
sin saber bien donde, ni como, ni cuando.
Sentado en el metro, le busca un sentido
a dieciocho versos que anhelan un sitio,
el cuaderno lleno de huecos en blanco,
y otros mil tachones de versos errados.
De pié en el anden se siente perdido,
las palabras huyen sin ningún motivo,
le dejan atrás, le pasan de largo,
y persigue un verso sin poder tocarlo.
Corriendo y corriendo cayó en el ovido,
persiguiendo al verso que había perdido.
Se encontró escribiendo un renglón en blanco,
sin saber bien donde, ni como, ni cuando,
y atrapando nada de aquel verso huido,
fantasma del tren que había cogido.
Le faltaba él para completarlo
y el poema acaba sin poder nombrarlo.
Ya cien viajes hace que sigo buscando,
sin saber bien donde, ni como, ni cuando.