Después de un final abrupto de una relación, más aún cuando ésta ha sido especialmente intensa y/o conflictiva, todo "tío" ha de pasar por la fase de "son todas unas putas". (Lo admitaís o no, vosotras las "tías" teneís vuestra propia fase de "son todos unos cerdos")
Es un simple ejercicio de higiene mental, un convenio, por el cual tú que-no-piensas-que-tu-ex-sea-una-puta te mentalizas de que lo és porque te hizo tal y cual, permitiendote coger distancia y plantearte que, bueno, como todo el mundo, hizo cosas buenas y malas, y que aunque lo vuestro no funcionara, eso no la convierte en un ser humano despreciable. A veces, incluso, la hace más deseable a tus ojos, otra vez.
Si no lo haces, luego acabas como yo, o como el pobre Alberto. Alberto es un chaval majo. Parece buen chaval. Estaba yo ayer por la noche en una fiesta, y cuando estaba despidiendome, en la terraza dos chicos discutían porque a un tercero su ex, le acababa de llamar, a la 1.30 de la mañana, y debatía si era correcto o no y si el debía haber salido perdiendo el culo a cogerlo (como efectivamente hizo) o no.
Buscando un poco de compadreo de ultima hora, les conté la coña de que eso es por que su colega no había pasado por la fase anteriormente explicada. Uno asintió, y el otro lo negó muy rotundamente. Ese pobre alma de pollo es Alberto.
Alberto, en busca de un poco de aprobación de la reinante testosterona intentó empezar a decir, que bueno que no todas son unas putas (Cosa que espero que haya quedado clara) porque su ex tampoco fué tan mala, etc... . Viendo nuestras caras intentó empezar a decir, bueno, si, no sabes lo que me hizo porque... cocoCoCocoo (blah).
La cosa pintaba bien, si había liado él solito. Estaba entre sus necesidades de higiene y sus necesidades mentales, sin saber por donde salir. Yo quería ver hasta donde llegaba esto, y un poco hacer el gilipollas, que se me da muy bien. Se me ocurrió decirle, que su novía sería muy "puta" (espero que aprecieís la cantidad de comillas que utilizo, que no son nada fáciles de escribir) si, por ejemplo, la conociera yo, que acababa de conocer a Alberto.
Él seguía un poco a lo suyo, y como para demostrarme algo, me empezó a contar que un día cocoocoCoocOCCOcCOoococococo coooo "Mariu" CococoCococOcOC...
Yo me quedé callado un segundo, analizando si aquello que habia oído podría ser verdad. Era demasiado bueno como para creermelo.
Le pregunté: -"¿Has dicho Mariu?"
Él contestó: -"Sí"
Yo: "¿Pelirroja, como de esta estatura y juega al rugby?"
Su cara en aquel momento solo puede ser descrita mediante iconitos de messenger. ¡Perplejidad, ya era mío!
Él: Si.... (entre tímido y agonizante)
Yo: Certificado entonces. ¿Ves que fácil?
A esto, claro, siguió una cara agónica, y el cachondeo generalizado.Tuve que explicarle que la anfitriona de la fiesta es amiga mía, y que Mariu es amiga de esta amiga, y que hace meses coincidimos varios en un cine. Creo que se quedó más tranquilo.
Yo sé que este post es más como para Iván, pero es que surgió en el momento, y no pude reprimirme el vacilarle un poco. Espero que no se quedara muy rallado.